Bioseguridad en odontología: ¿qué es y por qué prestarle atención?
La bioseguridad en odontología es un tema que siempre ha sido muy importante para velar por la salud de los odontólogos, asistentes y pacientes. Determina el conjunto de procedimientos que se deben realizar dentro de un consultorio para prevenir la propagación de enfermedades.
En el período de la pandemia del coronavirus, el concepto de bioseguridad ganó aún más fuerza y también nuevos procedimientos, como la suspensión del uso de dispositivos emisores de aerosoles.
Estas nuevas estrategias estaban enfocadas a prevenir la transmisión del coronavirus durante las consultas. El objetivo principal era permitir que los consultorios dentales siguieran atendiendo a sus pacientes. Sin embargo, esta situación también volvió a llamar la atención sobre prácticas que son fundamentales para el buen funcionamiento de una oficina. ¿Lo entenderemos más?
¿Qué es la bioseguridad para los dentistas?
La bioseguridad, de manera muy general, es el conjunto de acciones que debe tomar cualquier tipo de actividad que implique riesgos químicos, físicos o biológicos, con el fin de preservar la salud de los involucrados.
Esta protección está enfocada principalmente a proteger frente a enfermedades infecciosas, que son cualquier tipo de patología provocada por la transmisión de virus, bacterias u hongos, que pueden pasar de una persona a otra.
En el caso de la odontología, la bioseguridad se centra en los procedimientos que se deben seguir dentro del consultorio odontológico con el fin de garantizar la salud y seguridad tanto del odontólogo y sus asistentes, como del paciente, además de proteger también a sus familiares y personas de la convivencia, lo que puede acabar siendo afectado por una contaminación indirecta.
Estos procedimientos en odontología involucran estrategias de inmunización y también la prevención de la exposición de dentistas, asistentes y pacientes a materiales infecciosos. ¡Todo para garantizar que la atención dental no solo sea eficiente, sino también segura para todos!
La importancia de la bioseguridad en los consultorios dentales
El consultorio odontológico es uno de los lugares comunes que demanda la presencia de procedimientos y cuidados con salud y bioseguridad. Son muy importantes porque el entorno de trabajo del dentista es un lugar con mucho potencial de contaminación.
La contaminación proviene de virus y bacterias presentes en la saliva, la sangre y las secreciones respiratorias, y esto puede estar en la boca de un paciente o en las manos del dentista y sus asistentes. Estos patógenos también pueden estar en los equipos e incluso en el aire, principalmente en gotitas esparcidas por dispositivos que generan aerosoles.
El riesgo aumenta aún más con el uso de equipos de perforación o corte, que terminan poniendo al dentista en contacto con la sangre del paciente. Además, la proximidad entre todos los implicados es inevitable para la práctica odontológica, que también puede plantear riesgos para la bioseguridad.
Esto significa que la práctica dental debe enfocarse en proteger la salud de los involucrados, siguiendo los procedimientos correctos y evitando el contacto sin protección con cualquier sustancia que pueda servir como medio para virus, hongos o bacterias.
Clasificación de entornos clínicos
Para facilitar la atención con bioseguridad dentro de su clínica dental, es posible separar sus ambientes y clasificarlos en tres categorías, según el riesgo que presenta cada uno:
- Áreas criticas
Las áreas críticas son aquellas que tienen más contacto con las secreciones que pueden causar enfermedades. Generalmente, estas son las ubicaciones de la clínica donde se lleva a cabo el servicio directo al cliente, como el quirófano y la propia sala de servicio. También se puede incluir el sector de esterilización, que tiene contacto con los equipos utilizados durante el servicio. Otros lugares a los que tienen acceso los pacientes, como el baño e incluso la recepción, pueden considerarse áreas críticas y deben recibir una limpieza y desinfección constante.
- Áreas casi críticas
Estos son los espacios que tienen menos contacto con patógenos, o a los que no acceden los pacientes, pero que aún pueden estar contaminados. Suelen ser lugares a los que solo tienen acceso los empleados autorizados. Esto incluye la lavandería y el laboratorio.
- Áreas no críticas
Estos son lugares no destinados a la atención de pacientes, a los que no tienen acceso y que no tienen contacto con patógenos. Incluya su consultorio, cocina u otros espacios que puedan aparecer en su clínica dental.
Procedimientos de bioseguridad para dentistas
Ahora que hemos hablado sobre qué es la bioseguridad y la importancia de prestarle mucha atención dentro de su consultorio dental, le acercaremos cuáles son los procedimientos que los dentistas y asistentes deben utilizar para garantizar la salud de todos.
Estos procedimientos muy importantes siguen las reglas y reglas de la profesión. A través de ellos, es posible reducir en gran medida los riesgos biológicos a los que pueden estar expuestos el odontólogo, sus asistentes y pacientes.
Limpieza general de instrumental:
La higiene de todos los instrumentos, equipos y también de los productos utilizados en el cuidado dental es fundamental para evitar la contaminación cruzada entre diferentes pacientes.
Imagínese que en una de sus citas el paciente fuera portador de una enfermedad infecciosa. Este paciente puede encontrarse en una etapa temprana de la enfermedad, sin haber demostrado sus síntomas y, muchas veces, ignorando que la padece.
Si la esterilización y desinfección (dos pasos de limpieza) del equipo no son satisfactorias después de este servicio, el próximo paciente estará completamente expuesto a la contaminación por la misma enfermedad.
La higiene también ayuda a evitar la posibilidad de contaminación por cualquier tipo de patógeno que se encuentre en el medio ambiente.
Este proceso incluye algunos pasos y conceptos, como:
- Asepsia: acciones que evitan que un lugar o material se contamine;
- Antisepsia: medidas para inhibir el crecimiento de microorganismos en un lugar (incluidos los tejidos vivos);
- Limpieza: La acción más común, que consiste en eliminar la suciedad más superficial de un ambiente o equipo, antes de una limpieza más profunda de los siguientes pasos:
- Desinfección: Remoción y eliminación de microorganismos que puedan ser patógenos en un objeto. No necesariamente llega a las esporas de hongos.
- Esterilización: Proceso más profundo, que elimina todos los microorganismos.
Uso de equipo de protección personal (EPI):
Los EPI para dentistas son artículos fabricados especialmente para proteger a los profesionales de la odontología del contacto con microorganismos que pueden transmitir enfermedades. Se consideran básicos para la actividad.
Son equipos odontológicos indispensables, porque con los EPI proteges tu propia salud y la de tus pacientes.
Los principales equipos de protección personal para dentistas y asistentes incluyen:
- Guantes desechables;
- Gafas de seguridad;
- Máscaras;
- Gorro
- Abrigo;
- Zapatos cerrados.
Cada uno de estos elementos protege las partes del cuerpo del odontólogo del contacto con varios tipos de agentes infecciosos, ya sea por contacto directo, a través de equipos aún no esterilizados o mediante aerosoles.
Higienización de manos
Es muy importante recordar que el uso de guantes no prescinde de la higiene de manos; que deben lavarse antes y después de cualquier cuidado del paciente y también antes y después de usar guantes (ya que pueden contaminarlos, o ser contaminados por ellos). También es fundamental desinfectarse las manos de inmediato en caso de que, por accidente, su mano termine tocando agentes sin protección con guantes. Esta limpieza no debe realizarse en el mismo espacio que la limpieza de los instrumentos. Además, se recomienda quitar anillos y cualquier otro adorno, además de mantener las uñas cortas.
Inmunización mediante vacunas
Los profesionales de la odontología, como todos los profesionales de la salud, deben estar al día con las vacunas para garantizar su inmunización contra algunas de las principales enfermedades infecciosas. El seguimiento debe ser frecuente, ya que hay vacunas que deben reponerse todos los años, mientras que otras son definitivas. Las principales vacunas que son fundamentales para la seguridad del odontólogo son las que inmunizan para las siguientes enfermedades:
- Hepatitis B;
- Hepatitis A;
- Gripe (influenza);
- Varicela;
- tuberculosis;
- Tétanos;
- difteria;
- Tos ferina;
- Rubéola;
- Sarampión;
- Paperas.
La mayoría de las personas experimentan la inmunización de algunas de estas enfermedades en la infancia. Sin embargo, es importante controlar y, si es necesario, repetir las dosis para evitar riesgos innecesarios tanto para la salud del profesional como para la de sus pacientes.
Conclusión
La gran misión de un dentista es velar por la salud y la higiene bucal, además de cumplir el sueño de una sonrisa más bella y más bienestar para sus pacientes.
Con el debido cuidado con la bioseguridad, siguiendo todas las recomendaciones, ¡se asegurará de que su consultorio dental continúe desempeñando esta misión de manera rentable durante mucho tiempo!
Esto también forma parte del cuidado y la atención, que son el alma del cuidado humanizado en odontología: la forma correcta de mantener la lealtad y también de brindar la mejor atención posible a sus pacientes.
Fuente: Dental Office. Disponible en: https://www.dentaloffice.com.br/bioseguranca-odontologica-o-que-e-e-porque-prestar-atencao/. Acceso el: 01/06/2021.