Hijos de dentistas, ¿suelen ser dentistas?
Hijos de dentistas, ¿son dentistas? Al menos tienden a serlo. Vea lo que dice un psicólogo sobre esta situación.
Es natural y está comprobado genéticamente que los niños heredan muchos rasgos físicos o psicológicos de sus padres. Después de todo, cosas como los valores, la responsabilidad, la cultura se transmiten de padres a hijos, entonces, ¿por qué no la profesión? Y no es difícil encontrar familias que hayan seguido la misma carrera. En el mes del Día Mundial del Dentista, 25 de octubre, el diario A CRÍTICA eligió a una familia de cirujanos dentistas para conocer cómo decidieron elegir la misma profesión que su padre y cómo comparten experiencias, dudas, aciertos y fracasos y por supuesto mucho amor por la profesión.
Este es el caso de los hijos del dentista José Pinheiro da Silva, de 55 años. El medio, Danilo Noleto, de 33 años, es dueño de DNS Odontológica; como él, los hermanos Daniel Noleto, de 35 años, y Diogo Noleto, de 32, también se graduaron en la zona. Pero no se detuvo ahí, el más joven Douglas Pinheiro, de 23 años, y Gabrielle Noleto, de 22, también están terminando su curso de Odontología.
Según la psicóloga clínica y terapeuta cognitivo-conductual, Karina Alecrim Bessa, los padres a menudo influyen en sus hijos basándose en el ejemplo de sus actitudes positivas que a menudo observan sus hijos. Los niños tienden a analizar todo lo que hacen los adultos y terminan asimilando incluso inconscientemente si eso es bueno o no como la figura de seguridad y héroe vestida a veces de profesión. Esto sucede mucho en el caso de los niños que van a trabajar junto a sus padres e incluso allí, construyen una imagen de la profesión.
Según Danilo Noleto, este es el caso de su familia, ya que todos los hijos de José Pinheiro siempre han estado muy involucrados en el entorno del laboratorio y consultorio dental desde una edad temprana. Mi padre se casó muy joven y para mantener a la familia trabajaba en casa junto con mi madre haciendo dentaduras postizas e incluso antes de que terminara la carrera de odontología ya vivíamos con ella y nos dimos cuenta de que de ahí venía nuestro sustento, recuerda, recalcando que El primero en incursionar en la odontología fue su hermano mayor, Daniel Noleto, lo que desencadenó una reacción en cadena.
Otro fuerte referente en su memoria fue el uniforme militar que lució su padre, poco después de graduarse y asumir el cargo de teniente dentista.
Cuando mi papá terminó la universidad y comenzó a servir en el ejército como teniente de dentista, vivíamos en una calle del barrio de Santo Antônio conocido por sus enormes laderas. Y había una pendiente y la parada del autobús estaba a unos 50 metros de nuestra casa, cada vez que llegaba del cuartel, estábamos ansiosos por saltar sobre su cuello y bajar por la pendiente colgados como monos. La escena fue divertidísima; Daniel en una pierna, Danilo en la otra y Diogo en su regazo, fueron los 50 metros más felices de nuestra vida, recuerda el cirujano.
Para José Pinheiro da Silva, patriarca de la familia y responsable de esta formación de nuevos profesionales de la odontología, poder acompañar a sus hijos siguiendo sus pasos es un orgullo. Tengo una trayectoria basada en la profesionalidad y la seriedad y saber que influí positivamente en cada uno me hace muy feliz. No solo porque siguieron la misma profesión, sino también porque son una fuente de inspiración para todos, observa.
La obligación es perjudicial
A diferencia del caso de la familia Noleto, donde todos están felices de elegir la profesión de su padre, la psicóloga Karina Bessa dice que todavía es muy común que los niños sigan obligatoriamente la profesión de sus padres. Según ella, muchos padres sienten el deseo, incluso inconsciente, de que sus hijos, sus descendientes, sigan su camino y perpetúen, de alguna manera, no solo su nombre, sino también lo que han hecho y hecho por la sociedad.
Por eso, es común darse cuenta de que algunos padres invitan a sus pequeños a acompañarlos a su ambiente laboral y esto, en cierta medida, es muy saludable. Incluso, porque estrecha los lazos de la relación padre e hijo, comenta.
Según ella, lo importante es que los padres hablen con sus hijos sobre las diferentes profesiones.
Es muy lindo que los padres inviten y lleven a sus hijos a conocer su entorno laboral, a hablar de cómo funciona su profesión, a comentar lo felices que son de ejercer esa profesión. Pero también se pueden incorporar otras profesiones a la conversación familiar, señala. Karina dice que en muchos casos esta influencia se da de manera velada impuesta por el proveedor del hogar, quien le dice a su hijo: “no pasaste el examen de ingreso a la universidad pública, solo te pago una universidad si eres de esa zona".
Según ella, lamentablemente esto todavía sucede y los especialistas todavía se enfrentan a varios de estos jóvenes emocionalmente frágiles en sus oficinas. Lo importante es que los padres hablen de sus profesiones, hablen de lo mucho que les gusta ejercer esa profesión y la razón por la que se sienten felices de practicarla. Pero déjeles que dejen a sus hijos libres para decidir qué camino tomar. En algunos casos, la ayuda de un profesional de la psicología es muy bienvenida, concluye.
Fuente: Vida de Dentista. Disponible en: https://vidadedentista.com.br/2019/06/filhos-de-dentistas-tendem-ser-dentistas.html. Acceso el: 15/10/2020.