Introducción a la instrumentación rotacional

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Ante las dificultades encontradas en el paso más largo del tratamiento endodóntico, como conductos constreñidos o calcificados, anatomías complejas, curvaturas, difícil acceso, etc., el tiempo invertido en el agrandamiento y desinfección del sistema de conductos radiculares se acaba extendiendo demasiado. , en algunos casos más extremos, se responsabilizará de la necesidad de una segunda consulta para concluir el caso. Esto, sumado a que la rutina de tratamientos endodónticos consecutivos puede provocar cansancio físico y mental intenso, así como la aparición de lesiones por esfuerzo repetitivo (RSI / WRMSD), en la región de los dedos, manos, y también en los hombros. y región de los pies.la espalda, el endodoncista necesita otras opciones para acelerar este paso, además de reducir el estrés y el cansancio causado por el uso de instrumentos manuales.

Así, surge la instrumentación mecanizada, que, accionada por un motor, eléctrico o accionado por aire comprimido, reduce el uso de instrumentos manuales, reduciendo el tiempo de instrumentación, formateando los conductos con mayor calidad, produciendo menor desgaste en la estructura dental y facilitando además el relleno , al estandarizar el ahusamiento final. Para hacer posible rotar o alternar los instrumentos en 360 grados, fue necesario producir limas más flexibles, equipadas con una gran memoria elástica, para que pudieran moverse por la anatomía de los conductos sin desviarse de los caminos originales o sometiéndose a fracturas. Luego vinieron los instrumentos de níquel-titanio, con 5 veces más flexibilidad que las limas flexibles convencionales. Con el fin de optimizar el funcionamiento de dichos instrumentos accionados por los motores en cuestión, se mecanizaron en diferentes formas para el número de vueltas, número y tipo de cuchillas de corte, longitud de la parte activa y sección transversal. Tales características influyen principalmente en el poder de corte, la flexibilidad, la resistencia y la captura de escombros, entre otros.

Los motores impulsores de estos instrumentos fueron inicialmente diseñados para ser utilizados conectados al micromotor de baja velocidad de los equipos convencionales. Estos contra-ángulos, a pesar de ser de bajo costo, no permiten ningún control de velocidad o par, ambos sujetos a la presión de aire comprimido del compresor que los impulsará. Esta falta de control perjudica el funcionamiento de los instrumentos rotativos, reduciendo su vida útil.

En el caso del movimiento alternativo, este control no es tan importante, ya que la velocidad es fija o varía poco, y el par siempre es alto. Por este motivo de falta de control, los motores evolucionaron, pasando a la fase de motores eléctricos con solo control de velocidad, pero aún sin control de par, y luego, a motores eléctricos con ambos controles a disposición del operador. Hoy en día, los motores eléctricos para Endodoncia han alcanzado un increíble nivel de tecnología, ofreciendo además del control de velocidad y torque, microcabezales con pulsador, que facilitan el acceso a los dientes posteriores y el encajado y remoción de limas en el contra-ángulo. Otros beneficios como bolígrafos extremadamente ligeros y baterías internas para su uso lejos de enchufes también están presentes en algunos modelos.

A partir de 2011, Endodoncia estaba encantada con los motores alternativos, que nos traían más posibilidades con la velocidad de preparación y el uso de un menor número de instrumentos.

La elección de estos motores de última generación brinda, además de una mayor seguridad en el uso de los instrumentos, comodidad para el operador y el paciente, quienes pueden disfrutar de un funcionamiento silencioso, suave y muy ligero.

Pero, ¿cuáles serían las desventajas?

A pesar de las innumerables ventajas inherentes a la instrumentación mecanizada, algunos puntos pueden considerarse desventajas. Entre ellos, los costos de los equipos de propulsión, así como los instrumentos utilizados en estos motores, que son bastante elevados, en comparación con los instrumentos utilizados convencionalmente.

Dado el número reducido de reutilizaciones de cada archivo, la opción de instrumentación mecanizada puede aumentar considerablemente el costo del tratamiento. Como los diversos motores eléctricos disponibles tienen precios elevados, donde los más baratos, tanto eléctricos como propulsados ​​por aire comprimido, carecen de características importantes para el buen uso de los instrumentos, es importante elegir un buen equipo, ya que el costo de los mismos solo es gastado solo una vez. Dado que estas características también pueden prolongar la vida útil de los instrumentos, los costos de reemplazarlos pueden reducirse indefinidamente. Por lo tanto, solo tenemos dos formas más de reducir este costo, además de tener un buen motor eléctrico, que son:

1-) Utilice instrumentos más económicos. Sin embargo, en general estos instrumentos son de calidad inferior, lo que reduce su vida útil y encarece su uso.

2-) Utilizar instrumentos de calidad, de forma que permitan una mejor distribución de la tensión entre los archivos de la secuencia. Aumentar la seguridad y el número de reutilizaciones, que ya son prometedoras, partiendo de un buen instrumento.

Hay kits de instrumentos en el mercado (3 a 6 archivos) que cuestan entre 160 y 350,00 reales, los cuales, al ser reutilizados de 10 a 20 veces, generan un costo aproximado de 10 a 20 reales por tubería, o de 40 a 80 por molar de 4 conductos, que pueden variar por mucho más. Estos valores son un poco elevados en una realidad donde los tratamientos molares se cobran de 250 a 500 reales, dependiendo de la ubicación, impactando enormemente el costo del tratamiento para el profesional. Otros sistemas más baratos, alrededor de 120,00 reales, aún costarían un mol de 25 reales si se usaran en 20 conductos. Considerando que en una sesión de 2 horas de tratamiento endodóntico molar se gastan alrededor de 70 a 100 reales de costos generales de estructura y materiales, un aumento de 25 reales equivale a un aumento de gastos de 25 a 35%, valor bastante elevado. Cabe recordar que estos sistemas no ofrecen muchas garantías de integridad del instrumento hasta los 20 conductos instrumentados antes mencionados. En resumen, además de un coste elevado, aún tendríamos riesgo de fractura. Habiendo visto los gastos mencionados, ¿es factible para aquellos profesionales que no pueden cobrar más, el uso de tales sistemas?

¿Y si fuera posible reducir los valores por molar a alrededor de 10 a 15 reales, utilizando una media de hasta 60 conductos? ¿Y si aún mantuviéramos una gran seguridad al usarlos? Probablemente cualquier profesional podría incorporarlos a su realidad. De esta forma podríamos popularizar los instrumentos rotatorios y más profesionales se beneficiarían de la rapidez, comodidad y mayor calidad de los tratamientos que brindan dichos sistemas.

Fuente: Endodontia Avançada Vivacqua. Disponible en: https://www.endodontiaavancada.com/introducao-a-instrumentacao-rotatoria/. Acceso el: 11/02/2021.